Originalmente era un pueblo de pescadores, pero rápidamente se ha convertido en uno de los primeros puntos turísticos de Costa Rica.
Aquí usted no encontrará grandes hoteles ni complejos turísticos, sino construcciones adaptadas al medioambiente que ofrecen el máximo confort.
Al la orilla de la playa se encuentra gran cantidad de bares, discotecas, hoteles y restaurantes para todo presupuesto.
En Puerto Viejo es común encontrarse con los conciertos improvisados de sus habitantes, donde todas las personas que saben tocar algún instrumento pueden participar. El calipso y el reggae son los ritmos con los que se mueve el Caribe de Costa Rica.
Las personas que gustan de la tranquilidad nocturna deben buscar una habitación lejos de los bares y discotecas, como por ejemplo en Playa Negra o en Cahuita.
El pueblo es innegablemente encantador, con las viejas construcciones afrocaribeñas de sus fundadores. Usted se sentirá muy cómodo entre la gente, que lo saludará con su hospitalidad y encanto característicos.